Observa si tu contextura encaja bien con la tarea. Si bien cualquiera puede obtener flexibilidad y averiguar lo que su cuerpo puede hacer, los gimnastas profesionales tienden a tener una cierta contextura que es propicia para volar y dar volteretas por el aire. Generalmente son más bajos de estatura y muy delgados, pero fuertes. Si estás creciendo mucho, o si tu cuerpo es más bien bajo y fornido, ser gimnasta profesional puede no estar destinado para ti.
- Trabaja con un entrenador para averiguar si el trabajo duro ayudará a tu cuerpo a llegar a donde necesita para competir al nivel élite. Con el entrenamiento correcto, es posible que aún puedas ser gimnasta.
- No seas duro contigo mismo si resulta que tus genes no se alinean con tu deseo de ser gimnasta. No vale la pena matarte de hambre o intentar impedir tu crecimiento; no pongas en riesgo tu salud. Intenta seguir un cometido atlético que no dependa tanto de ser ligero.
Encuentra un entrenador profesional e inscríbete en competencias. Un gimnasta no tendrá éxito sin un entrenador brillante que lo ayude en el camino. Cuando comiences a practicar gimnasia más seriamente, pregunta y ubica al mejor entrenador en tu localidad lo más pronto posible. Trabaja con él para mejorar tus habilidades hasta que puedas comenzar a inscribirte en competencias profesionales.
- Es probable que no encuentres lo que estás buscando en la Asociación Cristiana de Jóvenes o gimnasio del club local. De hecho, es posible que tengas que viajar a otra ciudad para trabajar con el mejor entrenador disponible.
- Cuando tu nivel de habilidad sea lo suficientemente alto, puedes competir como parte de un equipo. Cada equipo tendrá ciertos requerimientos que tu entrenador te ayudará a cumplir.
- Mira videos de gimnastas olímpicas como Gabrielle Douglas y Aliya Mustafina para observar su destreza y técnica, lo que te ayudará en las competencias.
Dedica tu vida a la gimnasia. Al nivel élite, la gimnasia se convertirá en tu vida. La mitad del día, casi todos los días, la pasarás entrenando. Aprenderás habilidades del más alto nivel que simplemente no podrías dominar de ninguna otra manera. Si quieres competir con los mejores, tendrás que convertirte en un experto en la gimnasia, y eso significa hacer que la gimnasia sea la parte más importante de tu rutina diaria.
- Muchos gimnastas de élite son reciben su educación en casa, lo que les da la flexibilidad para pasar la mitad de sus días entrenando. No hay mucho tiempo para otras actividades extracurriculares.
- A fin de trabajar con los mejores entrenadores y equipos, es posible que tengas que mudarte a otra ciudad, o incluso a otro país, como muchos gimnastas de élite lo han hecho.
- La recompensa por dedicar tu vida a la gimnasia será ver a tu cuerpo hacer cosas increíbles (y tal vez ganar algunas medallas también).
Consejos
- Asegúrate de vestirte con ropa cómoda. En este caso, leotardos o pantalones cómodos y sueltos y camisetas serán suficientes. Tienes que asegurarte de que estés completamente libre para moverte con tu ropa antes de practicar gimnasia; no vas a llegar muy lejos usando jeggings y un abrigo.
- Tu entrenador debe ser estricto y hacer que te esfuerces, pero, si te exige que pierdas demasiado peso o no te permite tomar un descanso cuando ya no puedas más, es un problema.
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